Desarrollo de un panda desde su nacimiento

La gestación del embrión (que puede pesar entre 90 y 130 g, lo que representa 1/900 parte del peso de la madre) dura, en promedio, 135 días. Normalmente nacen una o dos crías, si se diera el segundo caso, la madre optará por continuar la crianza de sólo una de ellas (la que note con mayores probabilidades de sobrevivir). La cría rechazada es abandonada y muere. Este comportamiento, observado en varias especies, se da cuando le es imposible a la madre cuidar de varias crías, por lo que elige a la más apta (aún no se conoce cómo realiza la madre esta selección, pero está siendo estudiado por los científicos).

Al nacer la cría es ciega y su piel tiene una coloración rosada (producto de una reacción química entre la piel del recién nacido y la saliva de su madre), un mes después del nacimiento el panda adquirirá su tradicional pigmentación.

La madre amamantará a su cría entre 6 y 14 veces por día por un lapso de 30 minutos cada vez. Solamente por tres o cuatro horas abandonará a su cría para procurarse alimento, durante este tiempo la cría queda indefensa. Aunque la cría de panda sea capaz de ingerir pequeñas cantidades de bambú desde los seis meses el destete se produce al año de vida.

Por otra parte la cría comienza a andar (torpemente) a partir de los 75 días, desde entonces la madre lo estimulará jugando y luchando con ella.

La cría vivirá con su madre (ya que el padre no toma parte de la crianza) hasta los dos años de vida. El intervalo entre una camada de crías y otra puede durar más de dos años.